Ardipithecus ramidus

a. rAMIDUSEsta especie fue descubierta en 1992 por Alamayehu Asfaw en Etiopía. Por su antigüedad, cercana a la datación molecular que marca la separación entre los homínidos y los monos, conserva muchas de las características anatómicas del último antepasado común entre humanos y chimpancés. Es el miembro más antiguo conocido de la rama humana perteneciente al árbol de la familia de los primates.

La mayoría de los restos están constituidos por fragmentos de cráneos, sin embargo, también se dispone de un esqueleto completo. El fósil más completo ha sido llamado “Ardi”, es una hembra de 120 cm de altura y pesaba unos 50 kg. Esta especie existió hace 4.4 m.a. Vivió en ambiente de bosque tropical lluvioso templado, lo que indica que si los miembros de esta especie presentaron un bipedismo o semibipedismo, este no estaba asociado aún a su expansión al hábitat de sabana.

Ardipithecus rammidusA. ramidus se distingue de los otros homínidos por un conjunto de rasgos anatómicos: grandes caninos superiores e inferiores, el tamaño de los dientes posteriores es comparativamente menor, diastemas anchos, primer deciduo molar inferior similar al del chimpancé, una articulación témporo-mandibular simiana, esmalte dental delgado similar al simiano y una marcada asimetría del primer premolar inferior. Debido a que los dientes presentan una fina capa de esmalte, idéntica a la del Chimpancé, se supone que la dieta consistía en productos vegetales blandos (flores, hojas, frutos). Si bien la forma de la arcada dental se asemeja a Australopithecus afarensis, los caninos se alinean con los dientes posteriores, de manera análoga a los monos.

Parece haber poca diferencia de tamaño total entre machos y hembras, y el cráneo y los dientes indican que tenía una cara pequeña y que era poco agresivo socialmente. Este último rasgo se deduce de la ausencia de un canino protuberante y afilado en los machos. Esto sugiere que los conflictos entre machos eran menos frecuentes que en otros primates como los chimpancés y los gorilas.

Según la paleontóloga Nuria García, “el paisaje estaba dominado por bosques con arroyos y pequeños parches densos, más selváticos. Esta zona boscosa donde vivía A. ramidus, a lo lejos se mezclaba con áreas más abiertas de pradera. Los estudios de isótopos estables realizados en los distintos macromamíferos (incluido el propio homínido) confirman esta idea del hábitat cerrado, y que apenas hay elementos de ecosistemas de sabana en la dieta de A. ramidus. Los animales más abundantes que compartían el hábitat del homínido eran monos colobinos y antílopes, además de loros, búhos, varias especies de tigres dientes de sable y hienas, grandes osos, nutrias, puercoespines, rinocerontes, jirafas, etcétera".

Los huesos de los dedos son largos y curvados. La pelvis, miembros inferiores y los huesos del pie revelan una locomoción diferente a la de cualquier primate vivo o extinto, pero muy probablemente semi-bípeda. La evidencia sugiere que era bípedo y que su talla era de aproximadamente 122 cm. Su peso era de aproximadamente de 40 kg. Se desconoce el tamaño de su cerebro, pero probablemente haya sido igual al del chimpancé (450 cc).

Es probable que sea un antepasado de los Australopithecus. Es posible que, a su vez, fuera descendiente del Orrorin tugenensis.


Daniel Tomás. IES Abastos, Valencia.

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