Homo heidelbergensis

H. heidelbergensisSurgió hace más de 500,000 años y perduró al menos hasta hace 250,000 años en Europa y África. Eran individuos altos (1,75 m) y muy fuertes (llegarían a 100 kg), de grandes cráneos (1.350 cm³) y muy aplanados con relación a los del hombre actual, con mandíbulas salientes y gran abertura nasal.

H. heidelbergensis reconstrucción
Ilustración de Mauricio Antón, en Del Turkana al Cáucaso.

Los utensilios asociados con los fósiles (industria lítica Achelense) son “piedras de cortar” y algunas herramientas de lascas como puntas y raspadores. Dentro de su tecnología encontramos el bifaz, o  hacha de mano. También existe evidencia de que hace 0.04 crones arrojaban lanzas para matar grandes presas.

El ambiente en el cual vivió H. heidelbergensis incluía muchas especies de pequeños y grandes mamíferos (musarañas, caballos, rinocerontes, jabalíes, osos, venados, etc.). Los sedimentos del sitio de Boxgrove (Inglaterra) indican que el hábitat de H. heidelbergensis era un bosque de robles que con el tiempo comenzó a transformarse en un ambiente pantanoso más abierto, con aumento de los niveles de precipitación.

Es muy probable que en esta época el fuego fuese utilizado y paulatinamente generalizado, ya que hay evidencias de fogatas. Viven en pequeños grupos con cohesión social, se han hallado mandíbulas totalmente edentadas. Es un antepasado directo del Hombre de Neandertal en Europa; no fueron antepasados directos de los Homo sapiens modernos.


Daniel Tomás. IES Abastos, Valencia.

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