ACTIVIDAD Nº ___: QUÉ NOS CUENTAN LOS HUESOS

INTRODUCCIÓN

Todos los seres vivos tenemos unas características comunes que nos definen como tales y están incluidas en varios aspectos:

Pues bien, dentro de la gran diversidad de seres vivos que podemos observar en la actualidad, radica el hecho de que cuantas más semejanzas compartan dos individuos/ más proximidad filogenética existirá entre ellos. Para establecer los distintos grupos o taxones que representan el grado de parentesco o coincidencia morfológica anatómica y funcional, la Filogenia (parte de la Biología que estudia las relaciones de parentesco) sigue para ello una serie de procedimientos tales como:

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Figura 1: Analogia entre alas de insectos (sin esqueleto Interno) y de vertebrados (con esqueleto), las cuales tienen una función similar pero diferente origen. Homología en las alas con el1doesqueleto de vertebrados, en los terrestres todas se derivan de un patrón común de la extremidad anterior pero modificada en su morfología. El pterodáctilo (reptil extinto) presenta un cuarto dedo muy alargado; ave que carece del primero y quinto, el tercero y el cuarto están parcialmente 1usionados; murciélago con dedos largos del segundo al quinto. (De Storer et al., General Zoology, McGraw-Hill Book Company.)

DESARROLLO DE LA ACTIVIDAD

Esta actividad se basa en el segundo procedimiento, descrito anteriormente, y más concretamente en la extremidad tipo quiridio de los vertebrados. Se puede observar con bastante facilidad que los vertebrados y más concretamente los tetrápodos poseen la misma estructura en su extremidad anterior, los huesos y giros o articulaciones de la extremidad son los mismos, existiendo por tanto una homología y dando a dicha estructura un valor filogenético válido con la consecuente afirmación de un origen común. Los elementos esqueléticos de dicha extremidad se disponen según un mismo plan general: en la" parte superior hay un solo hueso, el húmero, cuya cabeza se articula con la cintura escapular en la fosa glenoidea. La parte inferior está compuesta por dos huesos paralelos entre sí, el cúbito y el radio. Por la parte distal de estos huesos hay nueve o diez huesos carpianos o de la muñeca, cinco metacarpianos más largos en la mano, y luego unas hileras de pequeñas falanges en los dedos.

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Figura 2: Esqueleto de la cintura y extremidad torácicas de los vertebrados. La clavícula presenta un punteado más claro para indicar que es un hueso membranoso.

También se observa claramente que la disposición, tamaño, grosor... de los huesos es distinto según el grupo de tetrápodos de que se trate, esto es así ya que cada ser vivo está adaptado al medio en el que vive y no es sino a partir de lo que ya se 'tiene que se puede cambiar, esto quiere decir que a partir de una misma estructura y gracias a la variabilidad gen ética (posibilidad de cambio) ya la interacción con el medioambiente cambiante, a lo largo de la evolución se han ido adaptando a los diferentes hábitats dando lugar a divergencias adaptativas. La mayoría de las especializaciones consisten en la reducción o fusionamiento de diversas partes del esqueleto pentadáctilo primitivo.

La extremidad tipo quiridio es originaria de los tetrápodos y tiene su homología en una aleta (los peces también son vertebrados): hay un grupo, el de loS Osteolepiformes (pez crosopterigio ripidistio fósil), y más en concreto Eusthenopteron, que se admite como muy cercano por sus caracteres a los primeros tetrápodos, cuya aleta lobulada es monobasal (un solo elemento se articula con la cintura) y dicotómica (cada elemento se articula distalmente siempre con dos), lo cual también se puede observar, prescindiendo de las falanges, en un quiridio de anfibio primitivo. Se cree que el primer hueso de la base de la aleta es equivalente al húmero y el segundo al cúbito; el primer radial a dicho cúbito es comparable al radio y el resto de los radiales se considera que se han convertido en los huesos carpianos, mientras que los metacarpianos y falanges han surgido como nuevas excrecencias al borde de la porción muscular carnosa de la aleta. El mismo Eusthenopteron no se considera como precursor directo de los tetrápodos, sino que éstos surgirían de algún otro ripidistio (se han encontrado fósiles de anfibios primitivos junto con los de los ripidistios, en los mismos depósitos geológicos).

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Figura 3: Esqueleto de la aleta pectoral izquierda del pez crosopterigio Eusthenopteron

Se pensaba que el quiridio primitivo era pentadáctilo, pero hay anfibios primitivos con hiperfalangia; o sea que con el quiridio se pierden las aletas, pero al seguir en medio acuático aparece una hiperfalangia que se reduce al pasar al medio terrestre, con lo que la pentadactilia es una adaptación a dicho medio y no una adaptación de los tetrápodos. Además en ambas extremidades se producen giros distintos: codo y rodilla y tobillo y muñeca que favorecen el desplazamiento y se encuentran más pegados al cuerpo presentando una locomoción más eficaz.

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Figura 4: Diagrama que ilustra los principales cambios en la transformación de la aleta pectoral osteolipiforme en extremidad tetrápoda. A, estado Eusthenopteron. B, estado intermedio. C, estado tetrápodo primitivo

Ha de quedar claro que si aceptamos la teoría del origen común de las especies, todas están igual de "'evolucionadas" y la diferencia radica en el grado de complejidad que poseen dichas especies. No hay un ser vivo más evolucionado que otro, sino que con el transcurso de la evolución unos han ido surgiendo a partir de otros anteriores y otros muchos han ido desapareciendo al ir variando las condiciones del medio y que los individuos que existen en un momento concreto lo hacen gracias a que poseen la capacidad de adaptarse al medio en el que viven (poseen las características que le permiten sobrevivir en un cierto ambiente).

Daniel Tomás. IES Abastos, Valencia.

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