Documento 1.
El haya (Fagus sylvatica) es una especie arbórea que soporta mal el
calor y exige una gran humedad en el aire, siéndole favorable las nieblas y
los rocíos veraniegos. Se adapta tanto a suelos calizos como a silíceos.
La encina (Quercurs ilex) es un árbol que crece lentamente y que puede
llegar a alturas de hasta 20 m. Sus hojas de color mate son pequeñas y
coriáceas, es decir, con una espesa cutícula para evitar la evaporación por
la radiación solar. Tiene un sistema de raíces muy potente, para aprovechar
al máximo las escasas precipitaciones, desde poco más de 300 mm hasta los
2000 mm anuales. Suele encontrarse dominando sobre suelos calizos aunque
también puede desarrollarse sobre suelos silíceos y margosos.
El alcornoque (Quercus suber), del mismo género que la encina, resulta
un poco más exigente en humedad que aquella, no siendo raro que puedan
aparecer juntas en un mismo lugar. Es menos resistente a la heladas y a la
sequía, necesitanto del orden de entre 600 y 1000 mm anuales y suele situarse
entre las isotermas de 14 y 17ºC, hallándose, por tanto, en áreas con
inviernos relativamente suaves. No la encontramos nunca sobre los suelos
calizos, prefiriendo claramente los ámbitos silíceos, es decir, encontrándose
sobre los suelos más ácidos.
El pino carrasco (Pinus halepensis) es de las cuatro especies
presentadas la menos exigente en agua (menos de 250 mm anuales) y lo podemos
encontrar sobre todo tipo de suelos, siendo dominante sobre los suelos pobres
desarrollados sobre materiales calizos. Es la especie arbórea dominantes
sobre las laderas secas de las tierras bajas, apareciendo entre el nivel del
mar y los 1000 m de altitud ya que no soporta bien los fríos invernales muy
rigurosos.
Fuente: Lázaro de Torres et al. (1997) y
Atlas Nacional de España (IGN)
Documento 2.
Documento 1.
Documento 2.
Pruebas de acceso a facultades, escuelas técnicas superiores y colegios
universitarios
